Escorpión – Plutón – Agua
Alacrán, inmoviliza a su víctima, utiliza el veneno tanto para defensas como para destrucción.
Le gusta viajar de incógnito. Ojos penetrantes, verdes, azules, castaños o negros, de una intensidad casi hipnótica. Siempre dominará con su mirada, sus ojos se clavan profundamente, como si te atravesara el alma.
Su habla es lenta, mesurada, entrecortada y brusca. Su ego es total. Los insultos le resbalan y los halagos no lo mueven. Sabe lo que es y lo que no es. No necesita que alguien le señale sus virtudes o defectos.
Físico poderoso, rasgos fuertes. Tez pálida o traslúcida. Cejas espesas, se unen sobre el puente de la nariz, brazos y piernas velludos. Expresión vacía, sus emociones no son reflejadas por el rostro.
Indaga incesantemente en los motivos ajenos mientras él se mantiene inescrutable. No pidas su opinión o consejo, dicen la verdad brutal y desnuda. Pueden ser muy sinceros pero hay que tener cuidado.
No conocen el miedo. No se estremecen ante la muerte. Enfrentan desde el dolor físico y la pobreza hasta el fracaso y el ridículo, con orgulloso desdén y absoluta confianza en su capacidad interior para superar todos los golpes.
Intensa lealtad a los amigos.
Águila: se abatirá sobre el enemigo para que aprenda a no volver a atacarlo, le ganará la pelea y lo dejará ir.
Escorpión: pica primero y luego lo volverá a hacer. No se conforma con igualar puntos, lo destruirá.
Lagartija: se lo queda, se envenena a sí mismo.
Puntos vulnerables: órganos reproductores, nariz, garganta, corazón, columna vertebral y espalda, sistema circulatorio, piernas y tobillos.
Se interesa en la religión, siente curiosidad por las fases de la vida y muerte, se apasiona por el sexo. Tierno protector de los niños y débiles. Orgullosamente posesivo.
Plutón convierte en realidad los deseos con su decisión fría, cuidadosa y firme.
Muerte y nacimiento de familiares cercanos a la muerte de un escorpión; durante, previo o año posterior. Signo de la reencarnación.
Anguiano Farré 